La impresión 3D está posicionada en las necesidades de tirajes cortos. Sus costos son hasta 6 veces menores a los métodos tradicionales y pueden obtenerse en una fracción de tiempo. Prepárese para capitalizar esta tendencia.

La personalización está llegando a niveles revolucionarios en temas productivos. Dejemos de lado la frívola idea de poner un adorno sólo para distinguir un teléfono hecho en masa. Nos referimos a reproducción personalizada que abarata costos y reduce tiempos para sacar al mercado un nuevo producto. La impresión 3D, así como sucede con la impresión digital, permitirá acercar más las herramientas de creatividad a las industrias que han quedado fuera por temas de rentabilidad. Ahí es dónde está su primera oportunidad, justo como proveedor de servicio.
Esta tecnología tiene en sus orígenes con Chuck Hull. En 1983, el fundador de 3D Systems acuñó la palabra estereolitografía para referirse a su método de impresión en tres dimensiones. Básicamente, una luz ultravioleta localizado en el cabezal de la impresora es guiada por el modelo CAD, CAM o CAE de la computadora. Moviéndose arriba/abajo, derecha/izquierda – esto es un plano X,Y – el láser modifica las propiedades físicas del material líquido, llamado fotopolímero, lo cual solidifica dicha área. Al suceder capa por capa, va creciendo la figura hacia un tercer eje Z.
Mientras tanto Scott Crump para 1989 agregaría al escenario el sistema FDM (Fused Deposition Modeling). En su técnica, se deposita el plástico líquido en forma de hilo hasta formar uno más delgado que un cabello humano (0.127 mm). Entonces capa tras capa va dando forma a las más intrincadas figuras.
Más adelante propondrían al mercado el PolyJet, una técnica que usa un polímero curado como consumible. Esto es, al pasar por una luz UV el material inyectado es solidificado y da la sensación táctil de ser un plástico. Su ventaja es que permite un grosor de 16 micrones para crear diminutos detalles como es la rosca de un tornillo o formar micro-porosidades de una malla de cota, entre otros miles de diseños.
Por su parte los equipos no necesitan un área particular para su instalación ya que no generan calor, sustancias tóxicas, ruido excesivo ni electrostática. De tal suerte que pueden operar en un ambiente de oficina, sin condiciones particularmente especiales, además el integrador puede compartir con varias computadoras los drivers de instalación, comentó Carlos Ramírez, director de Ventas México Stratasys, una de las empresas líderes en la impresión 3D a nivel mundial.
Materiales disponibles
Como sucede en la parte tradicional de impresión, el equipo se complementa con los consumibles que en este caso se basa en dos cartuchos de polímero líquido (resinas). Uno de ellos será lo que dé forma a la pieza tridimensional, mientras que la segunda es una base que hace posible recrear los más finos detalles de una pieza CAD. Dicha base es eliminada posteriormente en un baño de sosa cáustica y presión de agua.
Esto es el principio básico. La impresora puede admitir dos tipos de consumible (tres en sus modelos más avanzados). Ahora bien, la firma Stratasys ha investigado y culminado distintos puntos de combinación para reproducir en 123 materiales que emulan características físicas y estéticas. Desde un plástico convencional, transparencias, flexibles tipo goma, biocompatibles, etcétera.
Estas combinaciones se ejecutan por software de una forma predeterminada, ya que son las que la firma ha encontrado como funcionales para por ejemplo, utilizar un prototipo que resista ciertas temperaturas sin deshacerse mientras se ejecuta una prueba de concepto, o bien, utilizar prótesis temporales para corregir de forma no invasiva los dientes de una persona.
Cuando se habla de aplicaciones industriales, puede optar por combinaciones que formen un ASB que resista la electrostática, insertos por hasta 24 horas en tejido interno, piezas que retarden el fuego para contener combustibles, entre muchas otras.
Aplique con certeza
Así que nace la pregunta inherente, ¿cómo atacar esta tendencia? En Estados Unidos existe un modelo de negocio donde el integrador posee el equipo y ofrece el servicio para producir las piezas. En México hay una gran oportunidad pues la geografía económica destaca por el ramo de manufactura, indicó Stratasys.
Cristina Riva, gerente de investigación y Consultoría para los mercados de consumo IDC explicó que los canales interesados deberán capacitarse en temas nuevos como son los intangibles: patentes, propiedad intelectual y derechos de autor. Entender cómo funciona este tema legal será la clave para ingresar con éxito a los altos márgenes que van a atraer porque en efecto se trata de canales pioneros. Aunque lejano, dijo que los canales deben mirar con especial atención al tema de los consumibles: más materiales para imprimir significa más verticales por atender.
Los equipos están enfocados en una primera fase para el mercado “prosumer”. Es decir, consumidores especializados que tienen necesidades personalizadas. Piense por un momento que mientras en el método tradicional realizar el molde para un nuevo envase de refresco, tan sólo como prototipo, tendría un costo de $4,600 dólares por pieza y 15 días de entrega. Esta tecnología tiene listo el molde desde el primer día y a un costo por demás inferior ($580 dólares). Por ello la firma hace un cálculo generalizado de 6 a 1 en retorno de inversión para el cliente final. La segunda ventaja es la posibilidad de refinar en tiempo real o hacer versiones alternativas antes de mandar a la gran producción.
El área de educación es otra vertical por demás interesante. Carlos Ramírez de Stratasys indicó que una cantidad impresionante de estudiantes de las más diversas áreas aplican actualmente modelos 3D, pero se quedan en los ambientes virtuales. Arquitectura, Medicina, Modelaje, Artes, Ingenierías… el campo de aplicación es amplísimo y con forme nuevas ideas surjan, sólo provocarán un mayor interés por más segmentos del conocimiento humano.
“En el método tradicional, tu primera pieza tiene un costo muy elevado, y se reduce para las subseceuntes piezas hasta que la producción masiva crea rentabilidad. Para la impresión 3D el costo es el mismo, siempre. La aplicación efectiva está donde se interceptan ambas líneas. Esto quiere decir que es una tecnología hecha para piezas únicas, para proyectos de bajo tiraje. Por el momento.”