La firma invita a los canales conocer sus verticales de negocio para el nuevo tipo cómputo y cómo insertarse.

Ciudad de México. El futuro de la computación es convertirse en los cimientos del resto de los elementos donde se ha creado tecnología, en el sentido más amplio del concepto. Automóviles, electrodomésticos, industria, robótica, generación de energía. Intel está apostando en grande por el Internet de las Cosas, pasar de los actuales elementos mecánicos, a los digitales, hasta migrarlos a los inteligentes.

Tan sólo en pensar en las actuales aspiradoras, cómo pasaron de un elemento mecánico y pesado, a un dispositivo autónomo de diminutas dimensiones, el Internet de las Cosas podría comenzar a evolucionar más elementos de uso cotidiano. Para ello Intel está impulsando el cómputo por verticales para que cada canal encuentre su propio nicho de mercado: computación, wearables, IoT o robótica.

Ricardo López, Director de Canales de Intel México dijo que “a través de su programa Intel Provider estaremos más cerca de ellos para detonar las oportunidades tradicionales del mercado de cómputo junto con las que se abren: Internet de las Cosas, wearables o tecnología vestible. Podemos ver que los canales y los clientes finales están llevando esas tecnologías al sector industrial, restaurantes, sector automotriz”.

Lo que significa es que hay más oportunidades para cruzar experiencia y dominio de mercado con propuesta de informática. Ciertamente seguirá existiendo la posibilidad de revender producto, ahora con procesadores Core M (conocido en nombre clave Broadwell), pero también habrá para los que se insertan en el mundo de soluciones donde se pronostican los márgenes de doble dígito. “A esos socios yo les diría acérquense al programa. Ahí está toda la información y les solicitamos nos digan qué necesitan para coordinar estrategias conjuntas, ya sea poner más capacitación, temas mayor disposición de producto…” indicó el gerente de canales para Intel.

Para hablar en concreto de qué verticales se traducen en producto, la firma mostró toda la etapa de desarrollo que a nivel de ingeniería estará disponible en el futuro cercano, algunos más cerca de lo que se piensa.

Para la vertical tradicional de cómputo, indicó que Core M llegará en la temporada de Buen Fin con los fabricantes Dell, HP y Lenovo. Por el momento, dio a los interesados un producto final, a manera de referencia sobre lo que podría esperar el consumidor final. Se trata de equipos tan delgados como una tableta y ligeros como el segmento móvil. Pero la diferencia es que Broadwell permite correr aplicaciones robustas como edición profesional de fotografías.

Por tanto, Core M tienen dos planos de acción. En lo que ahora es la evolución de las Laptops, equipos que rescatan lo mejor de las 2 en 1, más el desempeño de los equipos de 2 kilogramos de peso. Para el escritorio, el modelo de referencia es muy parecido a una tableta con esteroides; se trata de una All-in-One que tiene una propuesta de detectar en su pantalla de 22 pulgadas, 20 dactilares simultáneamente. Puede convertirse en una mesa interactiva de juegos para varios miembros de la familia, o bien, alzar su asa superior y llevarla a otra habitación. Esto, sumado a una batería interna la hace semi-móvil, pero el atractivo principal sigue siendo la reinvención del cómputo de escritorio.

RealSense se une a esta vertical. Se trata de una doble cámara embebida en las computadoras, tabletas o 2 en 1. Junto con las aplicaciones demostrativas, es posible tener una interacción más natural con la computadora para manipular los elementos y por primera vez, proponer en el cómputo de alto desempeño una manera de posiblemente desplazar al tecla y el mouse para insertar instrucción en la computadora. Así como la pantalla táctil identifica a una generación para insertar texto, esta tecnología bien podría crear otra forma de concebir incluso la industria del cine y la animación, pues como lo demostró la firma, es posible escanerar el ambiente y reproducir digitalmente la sensación de espacio, profundidad y objetos con volumen-perspectiva. En efecto, la realidad aumentada ha dado un salto de basquetbolista.

Haga trajes, milimétricamente a la medida

Las otras verticales tiene que ver precisamente con Galileo y Edison, dos piezas de computación que por su tamaño y propiedades se piensan para el Internet de las Cosas, el primero de ellos, y la creación de Wearables. Galileo en una demostración se encontraba conectado a Internet en un extremo, y a un simple juguete para fabricar pompas de jabón. Cada vez que alguien escribía el Hashtag con el cual se programó Galileo, mandaba por respuesta fabricar más burbujas y detenerse tras un corto periodo de tiempo.

Simple en su explicación, robusto en su práctica real. Se trata de habilitar el Big Data a la sensación de instantaneidad. Imagine implementar un sensor que mande una señal a su hogar para que al detectar que ha llegado a la entrada del garaje, abra automáticamente la puerta. Una interface de usuario que logre monitorear aire acondicionado, resurtir la comida del gato, regar el jardín. Las posibilidades se muestran infinitas. Edison por su parte, lograría lo mismo, pero para usarse dentro del cómputo vestible; esto es, dentro de una prenda, los ahora relojes inteligentes, y aplicaciones que por cuestión de dimensiones requieren esta plataforma.

Ricardo Lopez de Intel dijo que los canales juegan en esta vertical en dos sentidos: los implementadores que acostumbrados a atender necesidades particulares de sus clientes, pueden pasar de un modelo mecánico a uno inteligente, donde programación de software y el hardware permiten por citar un rápido ejemplo, crear un robot que atornille una pieza a altas temperaturas.

La otra forma, es precisamente acercar Galileo y Edison a los entusiastas, universidades, proyectos independientes y asesorar sobre las ventajas de una u otra plataforma a esta nueva clase de usuario final que ve en estos elementos, las piezas para evolucionar sus desarrollos.

A futuro se sumará Jimmy, el primer robot de código abierto en su totalidad. Esto quiere decir que el exoesqueleto (la vista externa), el endoesqueleto (motores y rotores) y la programación pueden modificarse a cualquier tipo de aplicación. El robot emula la forma de un ser humano, así como los movimientos articulados; pero será posible utilizar una parte o la totalidad, mandar a una impresora 3D su propio diseño para vestir al robot que cree y formar sus propias aplicaciones. Por su parte, Intel liberará aplicaciones abiertas para que los interesados experimenten y unan comandos que busquen ejecutar en su propia creación.

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