Una estrategia de data governance ayuda a generar valor contante y sonante; por eso es actualmente un tema de alta importancia en el ámbito empresarial. He aquí lo que hay que saber para su implementación.

Las empresas saben a la perfección que cada vez es más complicado manejar su información, lo cual es vital para obtener valor de los datos a partir de su coordinación y gestión, así como de una buena sinergia que involucre a todas las áreas de negocio.

Si los múltiples datos que genera el negocio no se integran en un concepto holístico (sino que, por el contrario, su control, administración y explotación se llevan a cabo por departamentos o por sistemas), se pierde esa visión general que es esencial para lograr una coherencia en los negocios.

Más aun, cuando no existen procesos ni procedimientos que permitan a la empresa garantizar la confiabilidad de sus datos, es un hecho que la organización pierde importantes oportunidades relacionadas con la toma de decisiones, el cumplimento regulatorio, el servicio a clientes, el posicionamiento en el mercado, la expansión del negocio y un largo etcétera.

La solución podría estar en la gobernabilidad de los datos, estrategia que asegura la gestión global de la disponibilidad, facilidad de uso, integridad y seguridad de los datos empleados con el objetivo de garantizar que éstos proporcionen verdadero valor al negocio.

Para KPMG, junto con Arquitectura de la información, Administración de la información y Calidad de la información, la gobernabilidad de los datos es otra de las dimensiones de la metodología que la firma consultora propone para atender de manera integral la gestión de datos en los negocios. Carlos López-Santibáñez, socio de Asesoría en TI de KPMG en México, explica que dicha metodología está alineada con las mejores prácticas y cubre las 10 funciones descritas por la Data Management Association (DAMA), la cual soporta la administración de los datos en todo su ciclo de vida.

¿Qué hay de las empresas que no tienen gobernabilidad de datos?
KPMG estima que sólo el 40% de las empresas cuentan con un modelo de gobernabilidad de datos formal. A pesar de que prácticamente todas las organizaciones tienen ya ciertas reglas de tratamiento de datos que, en alguna medida, ayudan a su gestión, lo cierto es que al no contar con una estrategia en este sentido es mucho lo que están dejando ir.

Para López-Santibáñez, las organizaciones que no tienen data governance “se enfrentan a un reto mayor para entrar a proyectos de Big Data o analítica avanzada, comparadas con las que sí lo tienen”.

El directivo añade otras de las oportunidades que se pierden quienes no gozan de esta estrategia. Entre ellas destacan: falta de certeza sobre los datos que se emplean en reportes para la toma de decisiones; que no hay unificación de datos en los diferentes procesos de negocio, lo que genera la necesidad de re-procesos en el registro y en la generación de reportes; inconsistencia en los datos, lo cual impacta en la confiabilidad de los mismos al utilizarse en sistemas transaccionales, y que al haber múltiples fuentes de la verdad se generan silos departamentales de información que complican el proceso de integrar tableros de control a nivel consolidado.

Por su parte, Andrew White, vicepresidente y analista distinguido para Datos y Analítica de Gartner Inc., opina que, desde un enfoque de habilitación de negocios, no estar alineados con lo que la firma analista llama “gobernabilidad de la información”, acarrea una serie de pérdidas importantes en: ingresos, al tener inconsistencia en los datos de los clientes y una toma de decisiones poco efectiva; servicio a clientes y time-to-market extendido, por los datos de producto no coherentes y una ejecución de procesos pobre y lenta, así como credibilidad y popularidad, debido a la falta de ética analítica que queda expuesta ante el público.

En el lado contrario del cristal, el data governance permite apoyar las estrategias de negocio con una mejor información proveniente de una fuente de datos unificada y confiable. Esto ayuda a que las empresas cumplan con las requisiciones legales y regulatorias al tiempo que se ahorran recursos y tiempos enfocados en la gestión de los datos y su uso en los procesos de negocio.

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